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Isabel de Prado Gairaud: “Es un gran orgullo y un aval haber servido nuestros productos en los Nobel”

14 de enero de 2011

Por Jose Rojo*

Su acento francés delata su origen y, a pesar de que sus vecinos la siguen considerando extranjera, Isabel de Prado Gairaud, nacida en Montpellier –ciudad de la que es oriunda su madre– y criada en Toulouse, reivindica su pertenencia a la Tierra de Campos palentina por sus 11 años de trabajo y residencia en Villamartín de Campos, localidad natal de su padre, lugar en el que acostumbraba a pasar sus vacaciones siendo niña y en donde ha formado una familia.

Casada y con tres hijos, Isabel de Prado (1971) es la menor de los cuatro hermanos que se han asentado en este pueblo terracampino regentando iniciativas ya consolidadas: Selectos de Castilla, afamada empresa especializada en el pato y sus derivados, y La Posada de Campos, un establecimiento rural con tienda, bar y comedor-degustación de los productos elaborados en la citada fábrica, alojamiento y centro ecuestre.

Isabel dirige La Posada de Campos y preside, a la vez, la Asociación Palentina de Turismo Rural Canal de Castilla-Camino de Santiago (Apatur), un colectivo de ámbito provincial que cuenta con 41 socios.

Pregunta. Sus hermanos llegaron de Francia en 1989 para establecerse en Villamartín de Campos. Usted llegó más tarde…

Respuesta. Sí, sí. Cuando mis hermanos llegaron a Villamartín yo seguía estudiando en Toulouse y, una vez que acabé los estudios, me fui a Estados Unidos. En 1994 vine a Palencia para desarrollar el proyecto de lo que hoy es La Posada de Campos en un curso para jóvenes empresarios que estaba subvencionado con fondos europeos, aunque en principio no tenía intención de ponerlo en marcha. De hecho, al año siguiente fui a Madrid y allí estuve trabajando hasta mi regreso a Villamartín, en 1999.

P. Lleva, por tanto, 11 años viviendo en Villamartín. ¿Le costó adaptarse al medio rural palentino?

R. No, no. En Madrid mi marido y yo trabajábamos para grandes empresas norteamericanas que nos obligaban a viajar mucho, algo que nos encanta a los dos. Pero en el momento en que decidimos tener hijos, teníamos claro que no queríamos criarles en una gran ciudad. A eso se sumaron unos problemas graves en mi salud que venían originados por el ritmo del trabajo. Entonces, las empresas para las que trabajábamos nos plantearon la posibilidad de trasladarnos a Méjico. Por otro lado, uno de mis hermanos ofreció a mi marido trabajar en Selectos de Castilla. Sopesamos las dos propuestas y decidimos optar por la segunda. Y realmente creo que nos hemos equivocado. Tenemos tres niños y la vida familiar que llevamos es ideal, es un lujo.

P. ¿Hoy cambiaría su lugar de residencia?

R. Hoy por hoy, no. Estoy muy a gusto. Quizás, en el futuro nos planteemos ir a vivir a otro sitio; no lo sé.

P. ¿Qué le ha enganchado tanto a la comarca terracampina?

R. Aparte de ir desde pequeña por vacaciones al pueblo de mi padre, yo empecé a disfrutar de Villamartín cuando vivía en Madrid y venía a pasar los fines de semana para montar a caballo con mi marido y disfrutar del paisaje. Me encanta la tranquilidad, la llanura, los espacios abiertos, el clima,… Además, aquí tengo mis raíces paternas.

P. Además de vivir en el campo, es mujer y empresaria. ¿Valores o inconvenientes añadidos?

R. ¡Ojalá pudiera decir que son valores añadidos! Realmente son inconvenientes. Hoy desgraciadamente a las mujeres no se nos ven tan válidas como a los hombres a nivel empresarial. Sigue habiendo muchos prejuicios y, más aún, en uno de los sectores en los que yo trabajo, el centro hípico. La equitación en España es todavía un mundo de hombres en el que las mujeres no pintamos nada. A ello se une la conciliación de la vida laboral y familiar, porque, aunque se han producido avances, muchas responsabilidades domésticas siguen recayendo en las mujeres. No existe un tejido social de apoyo al trabajo de las mujeres.

P. ¿Cómo es la vida de una mujer en un pueblo que atiende, al mismo tiempo, una familia y un negocio?

R. ¡Ésa es la parte triste de mi vida! (risas). Llevo unos años que no tengo tiempo libre. Pero imagino que eso pasará cuando me organice mejor y cuando los niños vayan creciendo.

P. ¿Ha sentido rechazo por el hecho de ser mujer o empresaria?

R. No, no he sentido rechazo. Sí he notado una falta de confianza por el hecho de ser mujer empresaria, y joven, y extranjera. Hay una serie de coletillas que hacen más difícil desarrollar tu labor.

P. Imagino que sus hijos serán bilingües.

R. Ésa es una de las cosas que no he hecho bien. Mi marido es de El Salvador y no habla francés correctamente. Yo me propuse hablar en francés a nuestros hijos para que fueran bilingües, pero me pareció que íbamos a apartar a mi marido de las conversaciones. La verdad es que no he hecho ese esfuerzo. Es una pena. Les hablo en francés a ratos; lo entienden bastante bien y lo hablan más o menos, pero no son bilingües, como somos mis hermanos y yo, que, aunque vivíamos en Toulouse, hicimos el bachillerato en español a distancia.

P. ¿En Villamartín les consideran extranjeros?

R. Nos consideran de fuera, no por haber llegado de Francia, sino por no haber nacido allí. Nos considerarían igual si hubiéramos procedido de otra región de España.

Yo no he nacido en Villamartín, pero vivo y trabajo allí y mis hijos han nacido aquí. ¿Qué más se puede pedir? Yo creo que soy más de aquí que mucha otra gente que se considera del pueblo. Por lo menos, lucho más por el presente y el futuro de Villamartín.

P. Su familia es emprendedora por naturaleza. Llegaron a Villamartín para montar la empresa de patés y derivados del pato Selectos de Castilla, que ha tenido un recorrido ascendente. Incluso, sus productos han formado parte del menú de gala de los últimos premios Nobel. Supongo que estarán henchidos de satisfacción.

R. Para nosotros, y de forma especial para mis hermanos, que son los que llevan el negocio, ha supuesto un aval a todo el trabajo que vienen haciendo desde hace años, apostando por la calidad. Es un gran orgullo, la verdad, sobre todo si tenemos en cuenta que entre Estocolmo y España está Francia, la cuna del paté.

P. Incluso han introducido nuevas líneas de producción, como el confit de lechazo churro, cochinillo y codorniz y derivados de la trucha.

R. El primer producto que encabezó la lista de diversificación de la oferta de Selectos de Castilla fue el paté de lechazo, que caló muy bien entre los consumidores de la provincia y de la región y que hoy es considerado un producto típico de nuestra tierra. Luego, llegaron los patés de avestruz, trucha y cochinillo. Hace años empezamos a confitar codornices y ahora esta técnica la utilizamos para el cochinillo y el lechazo.

P. Pero el círculo empresarial de la familia no se cierra ahí. En el año 1999 deciden abrir un centro de turismo rural con alojamiento, tienda, bar, comedor y picadero. ¿Cómo les va?

R. La principal actividad es la tienda en la que se venden los productos de Selectos de Castilla, y es la sección que mejor funciona. Cuando se creó la empresa mis hermanos lucharon no por hacerse un hueco en el mercado, sino por crear un mercado que no existía, ya que la gente desconocía la gastronomía del pato. Un objetivo que alcanzaron y, por cierto, con éxito.

El comedor-degustación es más estacional, pero funciona bastante bien.

El centro hípico se montó porque la equitación siempre ha formado parte del ocio familiar, una afición heredada de mi padre. En Francia también teníamos caballos, que se trajeron aquí cuando se vinieron mis hermanos. El fin de la cuadra nunca ha sido lucrativo, sino de ocio autosuficiente. Es una actividad complicada y, mucho más, en este tiempo de crisis.

El alojamiento es un servicio adicional que ofrecemos a nuestros clientes, pero no vivimos de ello.

P. Y aprovechando el tirón del centro ecuestre, fomentan en Palencia el horseball, un deporte que se practica montado a caballo.

R. Es un deporte que se creó en Francia y que ha generado mucha afición en Cataluña. Nosotros empezamos a practicar este deporte en 1995. De momento, es muy minoritario, aunque Palencia ya tiene club deportivo en Villamartín, que es donde se encuentra la sede de la liga de horseball de todos aquellos equipos españoles que no están en Cataluña.

P. ¿Les queda alguna otra iniciativa por desarrollar?

R. De todos mis hermanos hay dos que son más emprendedores, más ideólogos, más comerciales, y otros dos que somos más ejecutantes o gestores. Y ésta, según mi punto de vista, es la estructura ideal para que una empresa funcione.

Con respecto a la pregunta, estoy segura de que mis hermanos tienen muchas más ideas.

P. Usted, además, preside Apatur (Asociación Palentina de Turismo Rural Canal de Castilla-Camino de Santiago). ¿Con qué fin se creó este colectivo?

R. Esta asociación se creó en 2002 con el objetivo de representar a los empresarios de alojamientos de turismo rural a nivel provincial para defender sus intereses y facilitar la promoción de los establecimientos. Inicialmente, sus miembros estaban ubicados en la zona centro de la provincia, de ahí que el nombre acuñara los términos Canal de Castilla-Camino de Santiago, pero hoy abarca a toda la geografía palentina. Tenemos socios en toda la provincia, incluso de la Montaña Palentina, un territorio que parecía vedado.

P. ¿Y los colectivos turísticos de otras comarcas palentinas, como la Montaña Palentina, ven con buenos ojos que operen para toda la provincia?

R. Yo pienso que no nos ven como una injerencia. La Montaña Palentina fue la comarca precursora del turismo rural en la provincia y siempre ha tenido mucho peso y mucho apoyo por parte de las administraciones provinciales. Pero ahora la Diputación se ha dado cuenta de que en este ámbito no sólo trabaja la Montaña Palentina, que es una parte fundamental del turismo rural, sino que hay otras comarcas donde también funciona este tipo de turismo.

Yo he luchado por la creación de una federación provincial de alojamientos de turismo rural, un proyecto que estuvo a punto de aprobarse y que hoy está estancado porque la Montaña Palentina tiene miedo a perder su hegemonía. Creo que sería fundamental para vender Palencia como conjunto y que esa federación fortalecería el turismo rural.

Personalísimo“Soy excesivamente tímida”

- Signo del horóscopo… Aries, aunque para mí el horóscopo no significa nada.

- Vicio confesable… Bailar.

- Película para recordar… ‘Memorias de África’.

- Actor… La verdad es que no soy muy fetichista. De elegir alguno, Harrison Ford y Russell Crowe.

- Actriz… Susan Sarandon.

- Animal… El gato.

- Color… No tengo ninguno favorito.

- Libro predilecto… ‘La insoportable levedad del ser’.

- Coche que tiene… Un Honda Accord.

- En cuestión de cocina se muere por… Descubrir nuevas cocinas.

- La canción que le levanta el ánimo se titula… ‘All I wanna do’, de Sheryl Crow.

- En su relación con las personas no soporta… La falsedad.

- Por el contrario, valora… La sencillez.

- Siente envidia sana por… Por la gente que viaja.

- Rasgo que le define… La perseverancia.

- Su gran defecto… El exceso de timidez.

- Su mejor sueño… Conciliar mejor mi vida laboral y familiar.

- Cuando le presentan a una persona se fija en… La mirada.

- Añora… Un cine en versión original.

- Los sábados por la noche disfruta… Una vez que los niños están en la cama, viendo con mi marido una o dos películas en versión original.

- El rincón favorito de su casa es… El jardín.

- De Palencia no aguanta… No de Palencia en particular, sino de la sociedad en la que vivimos, la prevalencia de lo material y la consecuente envidia.

- Y lo que más le gusta de los palentinos es… No es específico de los palentinos, sino de los españoles en general, la capacidad de disfrutar de la vida.

Jose Rojo, Director El Carrión